A pesar de que el IVA es un tributo que obligatoriamente tiene que cancelar el
consumidor final, sí afecta a los comerciantes. Repercute en la contabilidad de
las distintas empresas, negocios, comercios o compañías. Así como también en las
personas autónomas que se dedican a la compra o venta.
Esto debido a que los representantes legales de dichas empresas deben actuar
como recaudadores. Con ello evitan que el consumidor tenga que declarar ante la
Agencia Tributaria cada vez que realicen una compra. Así le ahorran tiempo e
inconvenientes cuando estos adquieran un bien o servicio.
Por ello, con el fin de facilitar la recaudación se le exige a dichas empresas o
negocios el cobro al consumidor final. También se obliga el cobro del impuesto a
otra empresa intermediaria, según sea el caso. Luego, estas compañías igualmente
tienen que ingresarlas en la Agencia Tributaria.
Dos maneras de funcionar:
Los negocios o instituciones con fines comerciales deben registrar esta
recaudación en dicho ente autorizado de forma periódica. El IVA básicamente
funciona bajo distintas modalidades, siendo dos de ellos los más relevantes.
¿Cuáles son estos? Te los definimos a continuación.
Uno de ellos es el conocido como IVA repercutido. Este se produce cuando las
empresas realizan alguna venta, comercialización u operación que genere un
ingreso. En cada una de esas transacciones deben cobrar determinada cantidad
adicional del monto principal.
Está por otro lado el llamado IVA soportado. ¿Cuál es este? Sucede en el momento
en que un negocio le compra a otras empresas, bien sea diversos productos o
servicios. Generalmente lo hacen para su actividad empresarial. A esa
adquisición también hay añadirle una cuota adicional. En total:
-
Cuando hacen compras y gastos: Se soporta IVA
-
Si obtienen venta e ingresos: Se repercute IVA
Declaraciones
El Impuesto sobre el Valor Añadido o IVA no tiene que representar ningún gasto o
ingreso para la empresa. Esto debido a que el consumidor final es el que se
encarga del costo de tal tasa. Todo ese proceso o cobro adicional se evidencia
en las respectivas declaraciones, también nombradas liquidaciones.
La empresa, por lo tanto, debe ingresar constantemente en la Agencia Tributaria
lo que recaudó en cuanto a ventas y prestaciones. Es decir el IVA repercutido.
Pero también tiene que deducirse el impuesto que canceló en sus procesos de
compra: IVA soportado. Esto significa:
IVA repercutido - IVA soportado = IVA a ingresar